FimoArt

Hola!!!

Os muestro los diseños tan diferentes que podéis realizar en Fimo vosotros mismos, sólo con vuestras manitas y un poco de imaginación.

Estos pendientes inspirados en el chicle que nos comprábamos cuando íbamos al cole y pasábamos por el kiosco, el de toda la vida. Bueno, había gente que se compraba sólo el chicle y luego estaban los que arrasaban con media tienda cuando iban a comprar las  chuches, jajaja 😉

Y luego salió el chicle en rollo, del que partías a trozos, cuanto más largo mejor (más pompas, más sabor) pero tenías que tener en cuenta que cuanto más largo menos duraba también..

Pero aunque estos pendientes sean muy apetecibles no os equivoquéis, son de fimo pero os darán un toque muy dulce.

Una de mis primeras figuras elaboradas con este material, fue este monstruito cíclope, que como podéis comprobar al tener un solo ojo, está anonadado con lo que está viendo y se ha quedado con la boca abierta. Lleva una pequeña argolla en la parte superior para poderlo colgar donde queramos, y lo podemos utilizar como figurita decorativa puesto que se mantiene de pie perfectamente con sus patitas, incluso tiene deditos en los pies!

Y por último una mariquita encima de una hoja, que lo podemos llevar como colgante, como llavero, para colgar en la pared…

Conoce mis materiales

Buenas,

Aquí os dejo con las imágenes de algunos de los materiales que utilizo para mis creaciones.

El sculpey o fimo, que es la arcilla polimérica (la que se endurece en el horno).

Así es como se vende este material. Lleva unas pequeñas instrucciones del fabricante que te indican cuánto tiempo lo tienes que tener en el horno, y a qué temperatura. Esto es muy importante leerlo puesto que no todos los fabricantes tienen las mismas referencias y por lo tanto pondrá un tiempo u otro. Al ser un producto que va al horno os recomiendo que para evitar cualquier percance pongáis una capa de papel de aluminio en la bandeja antes de colocar las piezas encima. Esto refleja el calor y permite que las piezas se cuezan por todos lados igual. También tenéis que ventilar bien la estancia durante y después del horneado para evitar los vapores (en el caso que los hubiera). Y tener cuidado al sacarlo del horno porque todavía estará caliente, tenéis que dejarlo enfriar y comprobar que está duro antes de volverlo a manipular para el barniz.

Para la conservación del fimo sobrante basta con guardarlo en una bolsa de plástico bien cerrada.

Los rotuladores carioca que llevan purpurina son ideales para rematar nuestros trabajos con unos brillos.

Este es el envase en el que se comercializan, de la marca que yo conozco, pero seguro que los habrá de otras marcas. Vienen los colores más utilizados para decorar pero si queréis otros colores podéis acudir a una librería que seguro que los tienen sueltos, así no tendréis que comprar todo el paquete.

Como veis son lavables y no tóxicos así que siempre que lo retiréis al momento con agua y jabón no dejan rastro por si os mancháis.Yo cuando utilizo estos rotuladores me pongo unos guantes por precaución, para no dejar purpurina en lugares no deseados.

Una vez realizado el dibujo que queráis sólo tenéis que dejarlo secar, suelen tardar en secar unas 5 horas si habéis puesto mucha cantidad, si no entre media y una hora estaría seco preparado para la capa de barniz. Ahora el resultado dependerá del pulso que tengáis y de realizar el trazo constante, apretando siempre igual en todo momento para que salga la misma cantidad de producto y se reparta bien.