Buenas!!
Os traigo una caja de incienso reciclada, que puede servir para guardar nuestras bolsitas de té u organizar nuestros anillos, abalorios, etc. incluso puede servir para ordenar nuestro material de scrapbook, nuestras washi-tapes… tiene infinidad de usos. Pero primero hemos de acabar el incienso que contenía para poderle dar nuestro toque personal con nuestras manitas.
Pero cómo se ha llegado hasta esta preciosidad de cajita?
ANTES
DESPUÉS
Primero se debe lijar bien para intentar quitar todo el exceso de barniz de la caja, y además llevaba bastante tinte marrón oscuro… una vez lijada toda la superficie pasamos un paño seco por toda la caja (mejor si es de algodón) y limpiamos bien todo el polvo de lijar que nos haya quedado.
Posteriormente aplicaremos una capa de pintura acrílica negra por todo el interior de la caja, y las capas necesarias de pintura acrílica del color elegido (en mi caso azul) para el exterior de la caja. En mi caso necesité unas 5 capas de pintura para que me quedara bien cubierta, y aún así tiene algún defectillo, pero me gusta como quedó.
Lo entretenido viene ahora!! Se trata de aplicar con mucho cuidado esmalte de uñas transparente por la parte de la tapa, e ir pegando lentejuelas de formas por todo alrededor. En mi caso elegí unas lentejuelas muy originales de formas de notas e instrumentos musicales que me regalaron, y que la verdad no he visto en las tiendas a las que suelo ir a comprar cositas para realizar las manualidades.
Luego rematamos con una capa más de esmalte o barniz transparente para que no se despeguen, y listo!!
Ya tenemos una bonita cajita para regalar, guardar lo que nos apetezca y muy decorativa y original.
Saludos!!
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